La competitividad de las empresas que intervienen en una actividad productiva puede mejorar cuando éstas se agrupan y cooperan entre sí, explotando de esta forma ciertas ventajas asociadas al volumen, que les pueden permitir aprovechar mejor las posibilidades de crecimiento, de inversión, de colaboración y de intercambio de conocimiento.
El reducido tamaño de las PYME, es en muchas ocasiones un obstáculo insalvable para su competitividad. La logística, las compras, la internacionalización, la investigación e innovación, son actuaciones impensables para muchas pequeñas y medianas empresas si lo afrontan individualizadamente, pero posible, si la actuación es conjunta. Los clústeres son un magnífico instrumento que permite que las PYME puedan acceder a dichas actuaciones. Aquí la suma hace un efecto multiplicador, y las inversiones generan unos rendimientos muy importantes.
En Aragón se cuenta con la presencia de un número significativo de clústeres empresariales basados en actividades industriales y conexas, con una trayectoria ya demostrada en cuanto a su agilidad, capacidad de dinamización de las empresas, promoción de proyectos colaborativos e intercambio de conocimientos, que han de servir sin duda a una mejor implantación de la Industria 4.0 en Aragón.